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Brian Slagel, el mandamás de Metal Blade , publicará sus memorias , "For the Sake of Heaviness: The History of Metal Blade Records", el 29 de agosto. Desde sus inicios trabajando en una tienda de discos hasta el éxito de uno de los sellos discográficos de metal más legendarios, todo está ahí... incluyendo cómo Brian logró que Metallica se uniera al fallecido Cliff Burton y a Jason Newsted .
Billboard publicó un extracto que explica estos episodios con todo detalle, el cual se puede leer a continuación:
“Durante ese período, a finales de 1982, estuve recopilando música con la idea de lanzar Metal Massacre II . Una de las propuestas que recibí fue una demo de tres canciones de una banda de San Francisco llamada Trauma . Estaba grabada con bastante profesionalidad, y su representante me comentó que iban a dar un concierto en el Troubadour. Me sugirió que fuera a verlos.”
Fui al concierto y la banda estuvo bien, pero nada del otro mundo. El bajista, en cambio, era increíble. Se notaba que en su lado del escenario pasaba algo alucinante. Llevaba un chaleco vaquero azul y pantalones acampanados, y llamaba muchísimo la atención. Descubrí que se llamaba Cliff Burton .
Cliff me impresionó tanto que acepté incluir la canción "Such a Shame" de Trauma en Metal Massacre II . Poco antes de su lanzamiento, un día estaba con Lars Ulrich [baterista de Metallica ] cuando me dijo: "Necesitamos un nuevo bajista".
A medida que empezaron a practicar más y a perfeccionar sus habilidades como músicos, los chicos de Metallica se dieron cuenta de que el único miembro que no progresaba era el bajista Ron McGovney . Ron era un gran tipo, muy buena onda y totalmente entregado, pero Lars me comentó que sentían que, para el material nuevo que estaban componiendo, Ron simplemente no daba la talla técnicamente. Lars me preguntó si conocía a alguien más que encajara bien.
—Ahora que lo mencionas —respondí—, hay una banda llamada Trauma de San Francisco, y su bajista es fenomenal. Van a venir de nuevo para otro concierto, así que deberían ir a verlos.
Vi a Lars y a James [Hetfield, cantante y guitarrista de Metallica ] en el siguiente concierto de Trauma en Los Ángeles. A los cinco minutos de empezar el concierto, Lars se giró hacia mí y, con una sonrisa, me dijo: «Él va a ser nuestro nuevo bajista».
Una de nuestras principales fuentes para descubrir nuevos grupos eran otras bandas de Metal Blade . Bitch , por ejemplo, había ido a tocar a Phoenix. Cuando volvieron, nos dijeron: «Oye, el grupo que abrió nuestro concierto se llama Flotsam and Jetsam . Son increíbles; deberías escucharlos».
En aquel entonces tenían una maqueta llamada Metal Shock , que escuché y me encantó. Luego fui a Phoenix a verlos en directo, y eran tan increíbles como decían mis amigos de Bitch . Allí mismo descubrí a otra banda de la zona de Phoenix, Sacred Reich , a la que también ficharíamos para Metal Blade .
Si bien para entonces ya contábamos con muchas bandas talentosas en el sello, los chicos de Flotsam parecían incluso más experimentados que algunas de las que ya teníamos. Inmediatamente les propuse la idea de grabar un disco y, como teníamos algo de dinero para ofrecerles, pudimos grabar Doomsday for the Deceiver , que se publicó en julio de 1986.
Los 12.000 dólares que gastamos en ese álbum de Flotsam representaron el mayor presupuesto que habíamos invertido en cualquier disco hasta ese momento. Queríamos que sonara bien porque creía que esos chicos tenían un gran futuro por delante. Y funcionó de maravilla.
Cuando Cliff Burton, de Metallica, falleció trágicamente ese mismo año, recibí una llamada de Lars Ulrich . «Bueno, necesitamos un bajista», me dijo con tristeza. Solo habían pasado dos semanas desde la muerte de Cliff . «¿Conoces a alguien?». Ya había pensado en Joey Vera, de Armored Saint, hasta que supe que no le interesaba. Cuando Lars me preguntó, inmediatamente pensé en Jason Newsted , que tocaba con Flotsam and Jetsam . «Creo que conozco al chico perfecto para ti», le dije.
Por esas mismas fechas, Michael Alago , el cazatalentos que fichó a Metallica para Elektra , había escuchado el disco de Flotsam y le había gustado mucho. Michael y yo les enviamos material a los de Metallica . «Sí, suena interesante», dijeron. «¿Nos puedes poner en contacto?». Les dije: «Claro, déjenme hablar con él primero para asegurarme de que le interese».
Sabía que Jason era un gran fan de Metallica , y cuando lo llamé se emocionó muchísimo. Pero también me di cuenta de que estaba en una situación complicada. Flotsam and Jetsam era su banda; él componía las canciones y lo llevaba todo. Incluso para mí, fue un poco agridulce. Ahí estaba esta gran banda que acababa de sacar un disco genial. Pero los chicos de Metallica eran buenos amigos míos, y estaba claro que Jason encajaba a la perfección con ellos. Quería lo mejor para Jason y para Metallica , pero también sabía que, para que eso sucediera, yo también perdería algo.
—Dame una noche para pensarlo —me dijo Jason . Al día siguiente me llamó y me dijo que aceptaba. Era el segundo bajista que reclutaba para Metallica , pero me aseguré de explicarle con claridad cómo se desarrollarían las cosas. Al fin y al cabo, era un chico joven, de veintitrés años. Jason era muy inteligente, pero sabía que la transición no iba a ser fácil para él. Pasaba de una banda donde lo controlaba todo a Metallica , donde no tendría ningún control sobre nada. Recuerdo perfectamente haberle dicho: —Tienes que ser consciente de que esta banda pertenece a James y Lars , y no tendrás voz ni voto en nada. Simplemente serás el bajista, y tendrás que aceptarlo. Probablemente no aportarás nada, y desde luego no tendrás ninguna influencia en la dirección de la banda. Simplemente subirás al escenario y tocarás el bajo.
Al principio no le importó, pero sé que una de las principales razones por las que se fue quince años después —aparte de que estaba hecho un desastre físicamente— fue que echaba de menos poder componer su propia música y hacer lo que le daba la gana. Quería controlar su propio destino, pero ¡qué gran trayectoria y qué gran carrera tuvo!
Conectarlos con Jason marcó el fin de mi relación formal con Metallica . Siempre hemos sido amigos íntimos y siempre han estado increíblemente agradecidos por el papel que desempeñó Metal Blade para darlos a conocer. Prácticamente cada vez que veo a James me dice: «Muchas gracias por darnos la oportunidad de empezar. Si no hubiera sido por ti…»
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